Un hombre trajeado pero sin corbata entra por la puerta giratoria del hotel. Lleva una pequeña maleta. Parece algo cansado...
–Buenas noches. ¿En qué puedo ayudarle?–Tengo una reserva. Aquí tiene –dice entregando el papel de la reserva.–Permítame comprobarlo –dice ella a bajo volumen– Sólo serán unos segundos.–Por supuesto. No hay prisa alguna –Dice él en tono serio y comprensivo mientras la mira a los ojos.
Ella sonríe y mira hacia abajo, hacia la pantalla del ordenador.
–Su habitación es la 216. Una doble para uso individual.–¿Tiene cama de matrimonio?–Sí. Cama King Size. Estoy segura de será de su gusto –dice en tono informal y alegre.–Estoy seguro–Puede subir por éste ascensor y girar a la derecha al salir –dice señalando a un pasillo cercano.–Muy bien. Gracias por todo. Ha sido usted muy amable –dice él sonriendo pícaramente.
Ella devuelve la sonrisa y él se da cuenta. Avanza unos pasos en dirección al ascensor y pulsa el botón. El ascensor está en la planta baja, ya era tarde. Entonces se queda pensando y se dice: "¿Porqué no? Aquí hay juego". Se da media vuelta y se aproxima de nuevo a la recepción.
–Disculpe que la vuelva a molestar.–No es molestia ninguna señor.–No, por favor, no me llames señor. Sólo quería saber dónde puedo tomarme una copa antes de acostarme –ella sonríe al escucharle.–¿Conoce la ciudad?–No–Muy bien pues mire: –dice desplegando un pequeño mapa– Aquí tiene la taberna de Pepe, es muy conocida y podrá encontrar gente a pesar del mal día. Aquí...–Me gustaría que no irme muy lejos. Mañana tengo que trabajar pronto y no quiero terminar tarde.–Entiendo –dice casi recostándose sobre el mostrador–. Pues en ese caso la mejor opción es la cafetería de nuestro hotel. Es la más animada por esta zona. Además se puede cenar muy bien y tiene terraza con calefacción.–Mmmmm.... No sé si hacerte caso –dice en tono picaresco, quemando sus balas. Y sonríe.–De verdad le va a gustar –insiste también sonriendo. Entra en el juego.–¿Tú vas mucho? –pregunta mientras se apoya en el mostrador, acortando la distancia. Es lo que se llama un All-in en poker.–No suelo ir porque trabajo aquí pero siempre que he estado lo he pasado bien. Ponen música agradable y te ponen unas tapas buenísimas –en tono cercano, confiado y animado.–Tengo que darme una ducha y cambiarme pero después bajaré a tomarme la copa y deberías acompañarme. Lo pasaremos bien.–No sé... –dice con cara de responsabilidad–¿A qué hora sales?–En media hora–¿De verdad? ¡El destino nos muestra la señal! ¿Cómo sino podría darse tal casualidad? –dice él alegre y divertido.
Ella sonríe pero él no quiere que piense y dice:
–Haremos una cosa. Yo subo a cambiarme y después bajaré a tomarme la copa. Espero que al terminar, pases por allí y esperarme si no me ves, ya que sólo puedo retrasarme cinco minutos, no más. Prometido. Encantado de conocerte Ana. Hasta ahora.
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