El año en que nos conocimos

By Nuwanda


Afinando mis metas para 2015, mantengo un intenso debate sobre mi balance del año que está a punto de terminar. No sé si ha sido bueno o malo, no soy capaz de decidir. Dicen que ha sido un buen año por ser el inicio de la recuperación económica, dicen. Para el de Gowex o los de las tarjetas black, sin duda, no ha sido el mejor de los ejercicios. A mí ni me han pillado el laboratorio de metanfetaminas que tengo en el armario ni me han subido el sueldo, por tanto, tablas.



Dicen también que ha sido un gran año por la aparición de nuevas formas políticas que están desestabilizando el bipartidismo que tan nefastos resultados ha ofrecido durante los últimos años. Personalmente no tengo tan claro que todo lo viejo haya sido malo ni que todo lo nuevo vaya a ser bueno. Parece un trabalenguas pero no lo es.

Grandes figuras se han caído del escenario público, desde la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba –sin rebote, no como la de Esperanza– a la abdicación del Rey Juan Carlos I en su hijo el Rey Felipe VI. También importantes personalidades de otros ámbitos nos han dejado definitivamente en los últimos doce meses, desde Luis Aragonés a Paco de Lucía. Los periódicos ya tienen muchos especiales sobre el tema, más recreación imposible.

Aunque no soy un experto, creo que la ordinariez televisiva ha batido todos los récords con el programa de las pollas y las tetas, "Adán y Eva" se llama. Bajo mi punto de vista, es porno para principiantes, más o menos para aquellos que tiene unos 6, 7, 8 o 9 años.

No debería extrañarles nada de lo anterior teniendo en cuenta que también en España se han chupado pollas en discotecas de Mallorca a cambio de copas, bien es cierto que han sido las 'guiris' pero tenía que pasar aquí.

Hemos tenido el ébola y, más sorprendente aún, lo hemos contado cuando todo apuntaba al más absoluto desastre. La inocentada del año es que la ex-ministra de sanidad no dimitió por su infantil gestión del tema sino por su madura avaricia puesta al descubierto en el caso Gürtel.

Rajoy sigue en palacio, Iglesias es líder de audiencia, encuestas y corazones y el nuevo líder del partido bisagra, el que quita las vocales de su apellido, se divierte haciendo postureo montañismo en televisión. Tierra trágame.

En esta situación podría aventurarme a decir que la victoria del Madrid en la décima, el gol de Ramos o cualquiera de los dos posteriores fueron los mejores momentos de todos. Y no cabe duda de que jamás había estado tan cerca del paraíso, tan cerca de la eyaculación mental, tan cerca del infarto pero no sería sincero, algo que con ustedes no me permito.

Si hubiera sido un año tan cojonudo como algunos quieren hacerme ver, recordaría con especial ilusión, alegría o cariño alguna cosa, alguna anécdota, algún momento. Y aunque sí que hay alguno como "La Gran Belleza" de Paolo Sorrentino, un grupazo español como Kitai o la exposición "Cut Outs" de Matisse en el Tate Modern de Londres...


...no puedo dejar de pensar en tu paseo desde la entrada hasta la mesa, tu girar de cuello hacia mi o tu cara de asco al volver de mi baño aquél lejano y único día. Y este no puede ser un recuerdo feliz ya que no hay nada bonito en tantos días sin verte como no habrá nada feliz en mi cumpleaños si cuando llegue no puedo decir que soy tuyo. Espero ante todo, querida mía, que 2014 sea para ambos y para siempre el año en que nos conocimos.

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