Cuarentón, soltero y toda la vida trabajando. Nunca le prestó atención, o no la suficiente, a la posibilidad de casarse. Ninguna le convenció y siguió trabajando. Se le daba bien y alcanzó el éxito tempranamente.
Fue allí, en el trabajo, en la oficina, cuando Ella, bastante más joven que él, se cruzó en su camino cambiándolo todo de lugar.
Y fue mutuo.
No tardaron en empezar a salir. A Él le encantaban sus vaqueros y Ella era su admiradora número uno. Casi un año y medio después celebraron su casamiento entre familiares y amigos. A los pocos meses nació el primer niño. Meses después el segundo y después el tercero hasta llegar al cuarto. Cuatro criaturas endiabladas con edades muy próximas de las que siempre serían responsables. Por si no había trabajo, la abuela parió...
Alergias, intolerancias, cambio de pañales, enfermedades, noches en vela, peleas, accidentes domésticos, golpes contra las esquinas de las mesas, huelgas de hambre, eternas lloreras, "mamá tengo miedo", "papá quiero dormir contigo", "de mayor quiero ser médico", "esos zapatos me hacen daño", "vete a la mierda", extorsión emocional en forma de sentadas + llantos, vasos rotos, suspensos, "hoy no quiero ir a clase", poner uniformes a las 7:30 de la mañana, preparar cenas para regimientos, "papá quiero un perro", al menos una lavadora diaria, "de mayor quiero ser domador de tigres", "mamá quiero una play", "los Reyes Magos no existen, me lo han dicho en el autobús del cole", "esa camiseta es mía imbécil", "papá, ¿qué es una puta?, llamadas de profesores, clases extraescolares, apendicitis, "me gusta una chica", el primer pitillo desaparecido del bolso, "mujeres desnudas" en el historial de Internet Explorer, más suspensos, "papá este año sí que compras un perro", otro apendicitis, "mamá, quiero ser torero y no hay vuelta atrás", "quiero una moto", desaparecen 1000 pesetas de la cartera, "yo ya he visto películas peores papá, déjame ir", alteraciones hormonales, "quiero ir a comprar ropa yo solo", "en esta casa no se cierran los pestillos del baño", "cómprame un móvil, "yo también quiero", "yo también quiero", yo también quiero", primeras borracheras, más peleas entre hermanos y con terceros, "tengo novia", sigue desapareciendo tabaco, "este fin de semana no te mueves de tu cuarto", escapadas de casa, "quiero un ordenador", "yo también quiero" (X3), discusiones por los suspensos, las peleas, las borracheras, los pitillos y el dinero desaparecido, revistas porno bajo el colchón, "me quedo a dormir en casa de un amigo", noches de alcohol y tabaco, "papá no me encuentro bien, creo que algo de la cena me ha sentado mal. ¿me vienes a buscar?", "me han expulsado del colegio", "ya no tengo novia", siete asignaturas del mayor para septiembre, dos del segundo, otras siete del tercero y ninguna del último, cursillos de recuperación, viajes de 8 horas en tren, "la asistenta dice que se va, que no puede más", "me voy de viaje con mis amigos durante una semana", "necesito dinero", "yo también" (X3), "ya puedo beber cerveza donde quiera y fumar donde quiera", primera selectividad, "me voy una semana a Mallorca a emborracharme como una rata", orgullo de padres, pruebas de universidades, más selectividad, más pruebas de universidades, primeros suspensos y primeros sobresalientes, "tienes los ojos muy rojos", "quiero un coche", "hijo, he encontrado dos vasos de tubo detrás del sofá y un condón en la bañera", "padres, me voy a Cancún durante 10 días a emborracharme como una rata e intentar tirarme a una americana", "yo no quiero estudiar en España, quiero irme fuera" y de repente, casi sin haberse dado cuenta, "feliz 25 aniversario, te quiero".
La pareja recogió el momento en dos anillos de plata con la fecha grabada en el interior, se fueron todos a cenar a un lujoso restaurante y Él le regaló un viaje de quince días por América, un viaje que Ella tenía pendiente desde hacía mucho tiempo.
Sus descendientes organizaron una fiesta sorpresa a la que invitaron a toda la familia y todos los amigos que fueron capaces de juntar. Compraron el catering, prepararon la música, decoraron las mesas, alquilaron setas de gas por si hiciera frío, compraron un perchero para colgar los abrigos de los invitados, tomaron fotos de todo y compraron mucho alcohol. Quisieron liarla y lo lograron. Casi mueren de un infarto al llegar y de un coma etílico al salir. Corrieron ríos de lágrimas y la cerveza desapareció al son de Julio Iglesias.
Sus descendientes organizaron una fiesta sorpresa a la que invitaron a toda la familia y todos los amigos que fueron capaces de juntar. Compraron el catering, prepararon la música, decoraron las mesas, alquilaron setas de gas por si hiciera frío, compraron un perchero para colgar los abrigos de los invitados, tomaron fotos de todo y compraron mucho alcohol. Quisieron liarla y lo lograron. Casi mueren de un infarto al llegar y de un coma etílico al salir. Corrieron ríos de lágrimas y la cerveza desapareció al son de Julio Iglesias.
Hoy, años después de aquella fiesta y varios más desde aquella boda, el trabajo les separa en esta fecha tan señalada pero ninguno se olvida.
Él decidió darle una sorpresa y dejó programado el envío de un ramo de rosas frescas para primera hora de la mañana, debían llegar poco después de que él saliera de casa y poco antes de que ella hiciera lo mismo.
Salió perfecto.
Y allí, en mitad del pasillo, a medio maquillar, a medio vestir, en mitad de una tranquila mañana de abril, Ella recibió su ramo al grito de "estos han sido mis hermanos por mi aniversario", sonriendo con condescendencia, pensando: "no hacía ninguna falta, llevamos tantos años juntos...", y abrió el sobre.
Él decidió darle una sorpresa y dejó programado el envío de un ramo de rosas frescas para primera hora de la mañana, debían llegar poco después de que él saliera de casa y poco antes de que ella hiciera lo mismo.
Salió perfecto.
Y allí, en mitad del pasillo, a medio maquillar, a medio vestir, en mitad de una tranquila mañana de abril, Ella recibió su ramo al grito de "estos han sido mis hermanos por mi aniversario", sonriendo con condescendencia, pensando: "no hacía ninguna falta, llevamos tantos años juntos...", y abrió el sobre.
Se hizo un silencio.
"Ha sido papá" dijo con voz tenue al leerlo y rompió a llorar, besando la tarjeta y apretándola contra su pecho. En ella ponía:
"Ha sido papá" dijo con voz tenue al leerlo y rompió a llorar, besando la tarjeta y apretándola contra su pecho. En ella ponía:
"¿Te quieres casar conmigo?"
Entre llantos y sin capacidad de reacción cogió el móvil y llamó a su marido y sin dejar que hablara le dijo: "sííííí"
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