Leo todo lo que puedo pero no todo lo que me gustaría. Voy abriendo pestañas en el navegador como si no hubiera mañana, como si tuviera que leerlo todo antes de morir. No controlo. Al final de la jornada, cuando me queda un rato –si queda–, vuelvo a aquellas pestañas abiertas a diestro y siniestro y entre corruptos, desempleados, cotillas y grandes articulistas encuentro algo picantón, algo que Nuwanda nunca desprecia...
La réplica de hoy es para el artículo escrito por Patricia Ramírez en su columna de el Huffington Post titulado "Breve guía de lo que las mujeres necesitan de su pareja" –así, sin más, como si la brevedad fuera apropiada en estos casos–. Patricia es psicóloga del deporte y conferenciante y debo anticipar que estoy totalmente de acuerdo con la mayor parte de sus palabras pero debo añadir matices.
Tomo prestada la expresión "no se puede generalizar" pues así es pero si no se hiciera nuestros post serían como los libros de literatura fantástica.
Tomo prestada la expresión "no se puede generalizar" pues así es pero si no se hiciera nuestros post serían como los libros de literatura fantástica.
"No saben lo que las mujeres necesitan de ellos" y como bien dice también en el artículo, muchos pensamos "¿qué pinto yo aquí, si mi mujer –o novia– hace de todo y tira con todo?". Nuestra utilidad como hombres parece haber cambiado, se ha redefinido pero me sentiría afortunado si fuera uno de esos "protectores de la familia, los que suministraban alimento, recibían cariño, comprensión, cuidados y tenían un hogar en armonía en el que sus hijos y su mujer salían corriendo a darles un beso cuando llegaban de trabajar" siempre que sea posible.
El principal problema, como suele ser habitual, es de comunicación o eso nos dicen ellas. La autora nos ofrece cinco cosas que se espera de nosotros en ese aspecto:
[1] "La mujer busca a alguien con quien poder hablar sin sentirse censurada", alguien que escuche, que [2] "exprese sus emociones" y que no la trate como si fuera tonta a base de consejos o recomendaciones. También quieren [3] ocasionales ataques de "ternura espontánea", que nunca están de más, [5] muchas risas y buen rollo y, sobe todo, quieren [4] un caballero.
Yo diría que lo que necesitan es un hombre inteligente y educado, que practique algún deporte de contacto y que tenga relación con muchas mujeres aunque todos sabemos que si eres futbolista –perfil extremo de deportista–, cantante –perfil extremo de creativo– o cualquier otra cosa diferente a lo normal da igual que seas más tonto que ni hecho por encargo, follas más. Pero vamos a lo guarro que es lo que os gusta.
La autora nos regala también una lista de cinco cosas que las mujeres desean del hombre en las relaciones sexuales. Boli y papel, no pueden dejarlo pasar. Ahí van:
- Un hombre con iniciativa y peso en las relaciones
- Un hombre que te trate como a una mujer.
- Un hombre que se esfuerce en cuidar el ambiente y la relación sexual
- Un hombre que sea creativo, que te "ataque por detrás" cuando estáis en la cocina
- Un hombre que se cuide
Pensé que para lograr eso debía conseguir una cita jodidamente perfecta. Pues ahí va un mini-manual de instrucciones para una cita perfecta made by Nuwanda:
Antes de salir por la puerta de tu casa [5] dúchate aunque lo hayas por la mañana, aféitate si no llevas barba, date bien de desodorante, límpiate los dientes y los oídos y córtate las putas uñas que llevo tres semanas diciéndotelo coño.
En el bar, [4] deberás calentar el ambiente con roce y miradas. Te pondrás cachondo tarde o temprano y entonces [1] deberás repetirte aquello de "te la vas a follar", visualízalo.
Ya en casa –porque siempre hay que terminar en casa–, calentitos y cachondos, [3] cuando ella salga del salón, hay que encender algunas velas y bajar las luces, poner algo de música romántica pero animada y si fuera posible cambiarse los calzoncillos con agujeros en la entrepierna por unos que no parezcan un vestido de ballet.
Después sales en su busca y con cierta habilidad y algo de suerte, [4] buscas la forma de atacarla por detrás y taparle los ojos suavemente y susurras: "vamos a hacer un experimento, ¿te atreves?" Os sentáis en el sofá y disimulando con las palabras [2] acaricias su oreja y el interior de los brazos. Te acercas a su oreja y susurras: "¿Sabes una cosa?" [2] Te acercas hasta tener pegadas las mejillas y le dices "Me encanta este juego" y [4] al ataaaqueeerrrr.
Si junto toda la información podría decir que me aproximo a la definición del hombre perfecto.
Respondería que, como he dicho, quieren un hombre inteligente, deportista, educado y relacionado con mujeres y, añadiría, que debe ser culto, creativo y sexualmente activo aunque discreto, o únicamente una de todas estas cualidades llevada al extremo –como el futbolista, el cantante o el piloto–.
En cualquier caso, si encuentran a alguien así, avísenme. Me encantará conocerlo.
En cualquier caso, si encuentran a alguien así, avísenme. Me encantará conocerlo.
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