Gilipolleces, límites y curvas (R)

Hoy he leído un artículo que me ha resultado muy interesante. Es una reflexión sobre los límites, esos límites que tanto me gustan. En este caso, la autora reflexiona sobre el límite entre la amistad y el noviazgo, sobre qué es lo que marca la diferencia. Habla de los follamigos, del polvete suelto, de los novios, etc...

Competencias, de Berta López para Allegra Mag

Es un artículo escrito por una mujer presumiblemente para mujeres, o eso creo. Me apetece crear una nueva sección. Se llamará: Réplicas (R), Las Réplicas de Nuwanda. Como las de los Gallos de Red Bull.

En primer lugar quería dar mi opinión sobre la siguiente frase: "Desde que abandonamos el concepto “noviazgo” para sustituirlo por el de “amistad”, la cosa se ha complicado bastante". Me parece una soberana gilipollez aunque lo digo con cariño porque me ha encantado el artículo y la web. Yo tengo muy claro lo que es una novia y lo que no es una novia. Quizá las mujeres tengan ese problema –yo no soy consciente– pero los hombres lo tenemos todo clarinete.

Un amigo ha rechazado la palabra novio durante más de un año, desde que empezó con ella hasta hace pocos meses. Según él, no tenía novia. Quedaba con ella todas las semanas, mensajito por aquí, mensajito por allá, pero no era su novio. "Amigo, eso es una novia" le decíamos. Lo aceptó tarde, pero lo hizo y días después reconoció que para él siempre había sido su novia, incluso cuando no se portaba muy bien pero no quería acostumbrarse a decirlo delante de nosotros.

A la pregunta de "¿qué es lo que marca la diferencia entre novia y amiga?" creo que la mayoría de nosotros responderíamos que una amiga –estrictamente– es aquella con la que no te acuestas, es aquella con la que no planteas nada salvo con 16 copas de más, es aquella con la que hablas de otras mujeres, es aquella con la que hablas de sexo sin ponerte cachondo... Un amiga de toda la vida vaya.

Lo demás, es otra cosa. Es decir, el sexo sí marca una diferencia. La autora quiere pensar que son los sentimientos los que marcan la diferencia y es cierto pero los hombres sentimos de forma distinta, creo que aceptamos –y desechamos– los sentimientos más radicalmente –que no rápido, ojo–. 


Si nos sentimos bien con una chica que nos hace reír y que nos resulte atractiva siempre queremos más, siempre queremos saber más. No siempre hay motivaciones sexuales, unas veces termina en un polvete rápido, otras en una novia, otras en rollete pero siempre será divertido, que es lo importante.

Si hay amor y estabilidad, es una novia. Si sólo hay sexo y buen rollo, es una follamiga. Si somos amigos y nos acostamos hay dos opciones: un accidente o una amiga con derecho a roce ocasional –éste último caso suele derivar en amor u odio, el caso excepción–.

El tema de las competencias es otro cantar (por cierto, me parece una gran metáfora)...

Es cierto que hay amigas que parecen novias y novias que parecen amigas. Si una amiga se pone en plan: "deja de fumar" o "no bebas tanto", se está extralimitando. Si una novia te deja hacer lo que quieras, siempre que quieras y ella lo hace más que tú siempre, no será el tipo de novia que yo querría, para mi es más una amiga.

Existen otros casos como la follamiga que se cree novia, la que creemos novia y es nuestra follamiga, el accidente que que acaba en novia y el que acaba en enemiga... Ya entienden, una confusión de competencias en toda regla. Ya saben eso que dicen: "el sexo sólo da problemas", problemas de competencias, diría yo.

En estos casos, lo importante es que ambas partes sean medianamente maduras y pragmáticas. Si esto es así, todo se arregla hablando, poniendo límites, con sinceridad, etc... Si no lo es, empiezan las curvas, que también se disfrutan mucho...


1 comentario:

  1. He tenido un dejavú al empezar este post: http://www.flickr.com/photos/amponline/3253276387/in/set-72157607519385609

    @dulcesgemidos

    ResponderEliminar