Las chicas son "miedicas".
Esto es así le pese a quien le pese y con las excepciones que sean pertinentes.
Si hacéis memoria, seguro que recordaréis la última vez que una mujer os dijo que sentía miedo. Puede ser por cualquier cosa, lógica o no, real o ficticia. Pueden esconderse tras sus tacos o sus contestaciones, tras un pátina de seguridad y confianza o tras un look de fuerza y autosuficiencia pero todas, todas, tienen miedos. "Vaya estupidez" me diréis, lógico, nosotros también tenemos miedos aunque nunca tendríamos miedo de una cucaracha.
A las cucarachas, zapatilla.
A las cucarachas, zapatilla.
Siempre se ha dicho que las mujeres buscan seguridad en un hombre, así lo dicen las decenas de miles de libros escritos sobre seducción y psicología de la mujer, cientos de estudios de Universidades desconocidas y la experiencia personal de un mediocre servidor. No seré yo el que lleve la contraria a tanto ilustre pensador, estadista y sociólogo pero yo me refiero a los miedos raros, casi tontos en algunos casos, a los miedos comunes a las cosmopolitas chicas de nuestra era.
Uno de los planes más divertidos que podemos proponer a una chica es ir a ver una película de terror. Siempre fui partidario del cine en casa en este tipo de ocasiones pero quizá una sesión nocturna, las de medianoche, en un cine agradable sea igualmente válido. Este plan no exige un extenso conocimiento sobre el cine ni que la película esté nominada a 6 Oscar. Sólo necesitamos que cumpla uno de los dos requisitos principales: tiene que dar sustos o tratar de espíritus y demonios. En ambos casos, se acojonarán. Si no es así, lo más probable es que tú estés más cagado que ella y en ese caso las películas de miedo siempre irán en tu contra, no merecen la pena y siempre podrás usar la excusa de: "¿para qué ir a pasarlo mal?". Si, como es habitual, siente miedo, la situación puede favorecer el roce y nuestra masculinidad. Si la película acojona de verdad, tenemos una elevada probabilidad de ser cogidos del brazo fuertemente e incluso servir de paño de lágrimas o antifaz. Como he dicho, una buena oportunidad.
Consejo
No digas "tranquila, sólo es una película"
No digas "tranquila, sólo es una película"
No hay mujer, o yo no la conozco, que no sienta miedo al caminar de noche por una calle oscura y solitaria. Si está dentro de mis cánones más fatales, la chica llevará unas copas de más, un vestido sugerente y unos tacones de vértigo y ninguna de las tres cosas aporta nada a su sensación de seguridad. Sienten miedo por un posible atraco con o sin arma blanca de por medio, un borracho pajillero pasado de vueltas o algo peor y siempre, siempre, siempre, se piensan en éste, en el más fatídico de todos. Suelen defenderse mirando hacia atrás repetidamente, como queriendo decir "te he visto", fingen llamar por teléfono o lo hacen realmente y entran en los bares de café, churro y chupito cuando creen que alguien las sigue. Hacen bien.
Consejo
–¿Tranquila, dime en voz alta, como si estuviera en una discoteca, dónde estás? –y tira echando virutas.
–¿Tranquila, dime en voz alta, como si estuviera en una discoteca, dónde estás? –y tira echando virutas.
La foto, no recuerdo cuándo, se la cogí a @NadaImporta
Consejo
–Mándame la matrícula y tranquila. Pero si te asustas, bájate y coge el siguiente.
Ir en avión es otro clásico miedo de las mujeres. Según mi experiencia personal, ellas siempre le han tenido más miedo a los aviones que nosotros. Mi madre siempre les ha tenido pánico y requiere de importantes dosis de un macedonia de medicinas o remedios naturales, tipo Lexatin o valeriana. Hacer bromas sobre accidentes de avión es el peor error que se puede cometer en su compañía, desatarás la furia de una leona y el instinto asesino de la serpiente. Normalmente piensan que el avión se va a caer pero pueden llegar a otros extremos dada la alteración emocional que sufren como que el avión será secuestrado, ambos hechos posibles pero altamente improbables. Por eso, de nada servirá que lleves un certificado oficial sellado del Instituto Nacional de Estadística que sitúe al transporte aéreo como el medio de transporte con el menor índice de mortalidad, muy por delante de cualquier otro medio, para tranquilizarla, no lo conseguirás.
Consejo para hombres de bien
Coge su mano y espera.
O todas tienen un trauma infantil relacionado con los bichos o no entiendo las exageradas reacciones que presentan los miembros del sexo opuesto cuando ven uno. O todas cayeron en un agujero lleno de cucarachas durante su infancia o, de verdad, no lo entiendo. Con una parte de asco, su primera reacción es alejarse lo máximo posible del bicho, a ser posible encima de algún mueble para continuar buscando un arma tipo escoba, bota o recogedor, algo que le permita matar desde una distancia prudente y con una fuerza mortal. Tras la batalla, los restos del enemigo permanecerán en el mismo lugar hasta que otra persona se atreva a limpiarlo, que para eso ha eliminado ella al enemigo. No hay nada valiente en recoger el cadáver de una cucaracha o un moscón pero ahí hay que estar, al menos es sencillo.
Consejo
Si es posible, no la aplastes con el pie. ¿No has visto Dexter?
Si hablamos de roedores, la cosa cambia, se magnifica. El pánico será total, habrá saqueos en los armarios, cojines por los aires, sillas tiradas por los suelos, barricadas en las puertas y cuchillos fuera de su sitio. Puede llegar a pasar horas sin moverse, observando cada mínimo movimiento del pequeño Tom y cuando por fin se atreva a bajar de la mesa, pasará la próxima semana asomando la cabeza antes de entrar en cualquier habitación mientras reza para que aquél monstruo urbano no esté dentro.
Consejo
–Si quieres, quédate en el cuarto y pon la tele. Yo me encargo de todo, a no ser que quieras ayudarme.
–Si quieres, quédate en el cuarto y pon la tele. Yo me encargo de todo, a no ser que quieras ayudarme.
Sea cual sea su miedo lo seguirá teniendo durante gran parte de su vida, hasta que la experiencia pueda más que su imaginación o hasta que un susto la deje en el sitio con el rostro blanco y los pelos de punta. Un hombre de bien soluciona estas situaciones si así se requiere y lo hace con elegancia, seguridad en sí mismo e higiene según el caso.
Un hombre de bien protege con fuerza, protege contra todo pero lo hace siempre sin menospreciar.
Sabrás que lo has hecho bien el día que un simple "no tengas miedo" sea suficiente.
Un hombre de bien protege con fuerza, protege contra todo pero lo hace siempre sin menospreciar.
Sabrás que lo has hecho bien el día que un simple "no tengas miedo" sea suficiente.
Hay miedos mucho peores, más existenciales que todos los mencionados pero todos ellos merecen un post aparte.
PD.- Lo conseguí. Merezco algo a cambio.
Jajaja me he reido mucho con este post pues me siento muy identificada. Los bichos provocan reacciones muy desmesuradas en nosotras. A mi en particular me pasa con los que vuelan, cuando vienen a por mi salgo corriendo como si de un torpedo se tratara, como si fuera la unica solucion y no pudiera hacer nada contra el. Cuando estoy con un chico y no tengo confianza intento controlarme, pero pronto lo notara, ya que si hay un bicho volador merodeandonos sere incapaz de prestar atencion a la conversacion. Efectivamente vuestro papel es protegernos de estos ataques y nos gusta que lo hagais.
ResponderEliminarPd: la frase "tranquilizadora" de "pero si no pica, no hace nada", no me consuela en absoluto.
ResponderEliminarDeja que el chico te proteja, seguro que te sorprende.
EliminarMe apunto la de la frase y actualizo el post con ella, gracias.
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