Trabajar es duro. Lo es para todos y por ello no me sirve de excusa para muchas cosas. El trabajo genera estrés y eso es negativo para cualquier persona, para cualquier carácter, para cualquier personalidad. Es muy posible que no podamos evitarlo y tampoco voy a decir que no se deba tener estrés bajo ningún concepto pero hay límites, como en todo.
El estrés según Wikipedia es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. Normalmente nos pasa con el trabajo y por ello recomiendo evitar a las currantes, a las currantes crónicas, esas que siempre tienen algún tema de trabajo en la cabeza, esas que viven pegadas al móvil, al portátil, a las noticias, ufff.... me agobio solo imaginándolo.
Por un lado, no me gusta la idea pasar mucho tiempo solo mientras ella trabaja durante horas para llegar a casa totalmente destrozada y malhumorada. Discusión y a dormir no es mi rollo. Entiendo que hay que currar y soy un currante pero no quiero una relación de la que no puedo disfrutar. Me parecería incoherente decir otra cosa teniendo en cuenta mi visión, por ejemplo, de las relaciones a distancia...
Por otro, soy un hombre activo y tranquilo, hago muchas cosas pero siempre a mi ritmo y la hiperactividad, como la vaguería, es una afección que detesto. Una mujer histérica, una que no puede parar de hacer cosas en todo momento, una que no sabe estar tranquila no es mi rollo y las currantes tienen todas las papeletas...
Me encanta mi trabajo y me encanta hablar de él pero estoy por encima suyo –aunque no desde hace mucho–, yo soy más importante y no podría estar con alguien diferente en este aspecto. Necesito una mujer que este por encima de su trabajo. Quiero pensar que ellas piensan igual, quiero creer que ellas creen en lo mismo que yo y si no es así, peor para todos...
#NormasParaRecordar: Evita a las currantes
#NormasParaRecordar: Evita a las currantes
No hay comentarios:
Publicar un comentario