Besos no gracias

Ir de cena con los amigos, correcto. Decir que sólo tienes diez euros, pasable. Llevar a tu novia a la cena, incorrecto.
No hace mucho he tenido la ocasión de participar en una cena de 7 hombres y una mujer, la pareja de uno de los comensales. Era el cumpleaños de mi amigo y desgraciadamente es el mismo de las camisas de cuello doble aunque no es su culpa, fue el regalo de ellaaa -jajajajaja no puedo evitar partirme de risa en este punto y quería compartirlo con vosotros, callados lectores ;) -.

No llevan mucho pero tampoco acaban de empezar. Digamos que es un período razonable para esa fase inicial de la que todos disfrutamos como tontos pensando en que no habrá mañana y sí, lo hay. El caso es que tras una cena el día anterior no se habían separado, en la mesa tampoco tuvimos esa suerte. Mano en muslito interno, cerca pero no, miradas guarras, secretitos a la oreja y ¡¡toma!! ¡te meto la lengua hasta la campanilla!. Y después, sonrisita tonta de amor, en plan inocente... 

–Una camisa preciosa –le digo jajajajajaj
–Tiene muy buen gusto –mirando hacia ella fijamente... [PATÉTICO]
–Además te queda bien. Me gusta la combinación del primer cuello con la del segundo, mira que siempre he dicho que no me gustaban esas camisa pero en este caso estoy sorprendido –llamen a un médico por favor que me da un infarto al escribir esto.
–Me alegro de que me digas eso –Me dice en plan serio forzado
–Oye y qué tal te va en....?????... –incrédulo me quedo mirando cómo se abalanzan el uno sobre el otro y se morrean con los ojos cerrados, manos en la cara y el cuerpo totalmente girado, casi retorcidos, como si fuera la primera vez. 

¡Joder! parecía que acababan de salvar el mundo y lo estaban celebrando allí mismo, entre familias con niños, camareros cachondos insatisfechos que no se pierden una ¡y tus 6 colegas coño! Los movimientos de las cabezas daban e entender que las lenguas estaban a pleno rendimiento. De vez en cuando se escapada algún beso-pedo, eso que parece un pedo pero es el trasvase de saliva entre los dos enamorados

Me da vergüenza incluir esta situación dentro de las #NormasParaRecordar que escribo habitualmente porque me parece aplastantemente lógico, evidente, obvio, un simple cuestión de higiene que no se debe besar a nadie estando en la mesa salvo, quizá, el día de la boda. Más aún si en la cena te has cebado a base de alitas de pollo bien envueltas en salsa barbacoa, aritos de cebollas bien grasientos y una hamburguesa que haría temblar los intestinos del mismísimo Ronaldo, el "gordito". Pero debo hacerlo, por si acaso...

#NormasParaRecordar: Mantener nuestra saliva en nuestra boca tras una cena copiosa, grasienta y difícil de digerir si la aderezamos con cerveza y Coca Cola.

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