4 cosas que no quiero escuchar de ellas


1) "Jolín", "jopelines" o "cachis"

Hay gente a la que no le parece tan grave. Yo me apiado de ellos. Una mujer que decir "jolín" es una mujer que no dice "joder" y si no lo hace, al menos yo, no la quiero ni en pintura.

2) "Me cago en la puta", "polla", "me lo comes" o cosas así...

Entendido el Nº1, no se vuelvan ustedes locos. Una mujer que diga cualquier barbaridad, una barbaridad de las buenas, es demasiado. Eso le resta feminidad, parte fundamental para hombres con cabeza.

3) "Cari", "peque o "chiqui"

Aunque dicho de broma puede resultar divertido ocasionalmente, es un puto insulto, es la reducción máxima de nuestra masculinidad a sólo dos sílabas mal puestas, a una acotación de la palabra cariño y, "cariño", no tiene nada de sexy.

4) Cualquier diminutivo de alimento o animal

Ni "pajarito", ni "quesito", ni pollas en vinagre. Es tan denigrante como todo lo anterior pero en estos casos siempre se destaca alguno de nuestros defectos. Algunos ejemplos:
Osito = Gordo
Chuche = Calzonazos
Lorito = Pesado
Pastelito = Pasteloso
Cerdito = Sucio
El otro día, me llamaron "corazón". Formaría parte del tercer grupo y me hubiera ofendido de no ser por el morbo que llevaba encima y el tono sensual con el que me lo dijo. Aunque me van a llamar incongruente, les puedo asegurar que "cari" no es sexy ni aunque te lo diga Amaia Salamanca en ropa interior...





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