Seguir soñando contigo

By Nuwanda


Querida X,

Nunca creí.
Una entre mil.
Y tan cerca de mí.


Escribo para no hablar y equivocarme, errores ya vendo por lotes, o por orden alfabético. Pedir una segunda oportunidad es una osadía a estas alturas. Y aunque empezar humildemente siempre es un buen consejo, no quiero mentirte, no veo ninguna necesidad de empezar a hacerlo ahora, yo lo quiero todo. La avaricia rompe el saco dice el refrán. A otros también nos podría romper el corazón. Tener mucho es un peligro pero apuntar alto es una necesidad, nunca he querido conformarme hasta escribir estas palabras. Te quiero a ti y nada más.


No hay una cuestión de valentía, es el coste de oportunidad. La oportunidad de mantener algo que funciona a medias frente a cualquier cosa que aumente la distancia entre los dos. El fracaso siempre será perderte ¿qué peor? "Son cosas de la vida" me dirían mis seres queridos. "Siempre puedes ver 'Crazy, Stupid, Love' doce veces seguidas" me diría un amigo de los graciosos, "para tener un poco más de Ryan y un poco menos de Steve" añadiría uno de los graciosillos.

Aunque en mi mente soy más de números, mi corazón desborda tinta, no sabe de probabilidades. Y soy tan iluso que puedo sentir el mismo miedo de ser correspondido como de ser desterrado. Y tras muchas batallas, la tropa duda de que exista una última y que llegue, al fin, el ansiado reposo del guerrero. 'No será hoy' murmuran. ¿Tal vez mañana? ¿En dos meses? El tiempo no se hizo para los enamorados.

Para tranquilizarme me digo que los locos no saben que lo están. Porque ambos sabemos que lo estoy aunque no tenga ni la más remota idea de qué hacer con mi locura aparte de escribir y escribir. Escribir por si no hubiera un mañana, para conservar un poco de ti y un poco del yo que soy a tu lado. Lo hago porque no sé quedarme quieto ni contener sentimientos. O por no llorar. O porque no me atrevo a besarte. O todas ellas.

Explicar lo que no se entiende es difícil hasta para los cuerdos. Esta carta bien puede ser de despedida o de amor eterno. Y créeme, aquí nadie quiere decir adiós. Mis intenciones son mucho más eróticas que confundirte. Apunta alto ¿recuerdas? Tus piernas y una camiseta por encima de tus posibilidades, el universo que hay entre tu hombro y el pelo o tu cabeza responsando en mi muslo. Nadie tiene sueños baratos.

No ha habido elección alguna, pero todo encaja. Pasado, presente y futuro. Todo menos, al parecer, yo. Demasiado emocional quizá, demasiado inmaduro tal vez. Lo bueno del éxito profesional es que a base de trabajo y paciencia se consigue todo. Lo fácil no motiva y lo imposible consume. ¿Cómo renunciar a ti? Dame más contradicciones, todas las que tú quieras, para así seguir desvelándome con ellas y soñando contigo.

Te quiero pero no me atrevo a actuar en consecuencia. Te echo de menos pero no quiero que se note. Cada día estás más guapa y me jode no decírtelo. No sé si te has acercado a mi o yo me he acercado a ti pero con gafas y sin ellas, te he visto justo delante mío, tan cerca que escuchaba tu respiración nerviosa, pensando en aquello que dice Vetusta... "Dejarse llevar suena demasiado bien. Jugar al azar, no saber dónde puedes terminar... o empezar". ¿Hay alguna verdad en mi locura? ¿Hay algo de locura ahí? Ir 'all in' o seguir esperando mejores cartas. La suerte no existe en el amor y yo lo quiero todo, te quiero a ti, solo a ti.

Siempre tuyo, 

Nuwanda.





No hay comentarios:

Publicar un comentario