A cualquier otra parte

By Nuwanda


Nuestro viaje toca a su fin, me bajo en la siguiente parada, me he equivocado. Creía ser organizador y sólo fui equipaje. Llegué a convencerme de mi propio éxito antes siquiera de haber "comenzado la tarea", por así decirlo.

Fue bonito mientras duró, incluso en el maletero.

Ha sido un viaje lleno de observación e ilusión aunque escaso en dignidad y orgullo. La dominante indiferencia, una respuesta fuera de lugar, una imagen sin filtro, un momento de claridad: lo tuve todo, sólo quedaba tomar una decisión al respecto.



No quiero que te confundas, no es pena lo que siento, es mero coste de oportunidad. La oportunidad de viajar juntos a Praga, la oportunidad de ver una peli y comer sushi hasta que el pescado nos saliera por las orejas, la oportunidad de saber qué te hace feliz, qué música te hace saltar o qué prefieres para desayunar.

Hace ya días que dejé de pensar en todo lo que "te diría si..." para hacerlo en todo lo que ya nunca te diré...


Como que fue esa mirada sospechosa lo que llamó mi atención por primera vez. Con la barbilla escondida y los ojos bien abiertos, atenta como pocas, intentando ver más allá y sin apenas pestañear. Nunca supe si interpretarlo como una señal de interés o de compasión. Fue tu saber estar, la serenidad de tu compañía, tu tono suave y firme, lo que inicialmente me hizo querer quedar un día contigo. Quería unas cuantas horas de ti en exclusiva para mí.

O que pasé toda una semana preocupado por lo que me contaste, una semana entera buscando una solución a tu problema, una semana pensando en un buen mensaje de ánimo y optimismo que desde entonces no he tenido oportunidad de darte.

O que cuando te veía totalmente de negro o azul marino dejaba rastro por donde pasaba, o que un día fuiste el café más interesante que he tomado nunca, o que te he imaginado en canciones, o que he visto todas tus malditas fotos de Facebook varias veces o, incluso, que "siempre supe que esto pasaría".

Jamás te diré que una noche, escribiendo, como no podía ser de otra forma, imaginé cómo seríamos juntos, de qué discutiríamos, cuáles serían nuestras manías –porque el amor es, entre otras muchas cosas, manías compartidas–, cómo sería nuestra primera cita o nuestro primer beso. Nunca lo escribí y si lo hiciera, ya no te lo contaré.

Nunca sabrás que empecé una "cosa rara" por ti, por tu imagen al escribir.

Te he visto,
hoy te he visto hacerlo.
No lo hacías por placer,
pero ahí estabas,
poco a poco,
dándote tiempo,
pensando cada movimiento.
Habría hinchado mis pulmones
o me habría quedado quieto
y por Dios, habría dicho algo divertido
Pero nada de eso sucedió 
Me moví y fui torpe
y sin apenas aire
no dije palabra
simplemente, despertaba.

Si algún día la termino, que no creo, tampoco te lo contaré.

No voy a poder decirte nada de esto porque, como ya he dicho, yo me bajo ya, nuestro viaje toca a su fin. No hay luces, no hay estrellas ni hay ninguna fiesta, es un final poco molón, un final indeseado, nuestro final.

Yo, con mi maleta, a cualquier otra parte.


E insisto, fue un placer.

4 comentarios:

  1. Fue un placer, siempre lo es leerte.

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    1. ¡Muchas gracias!

      ¿Qué te han parecido los "versos"? Es un poco cutre pero es totalmente cierto que está sin terminar, ni siquiera sin pulir...

      Un saludo

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    2. Me encanta como te va poniendo en situación y al final te traslada de súbito al despertar de un sueño (o al menos es mi interpretación).

      ¡Buen puente, aunque por Mad no tengáis el lunes libre

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    3. ¡Gracias! ¡Bonita interpretación! Disfruta de tu lunes libre ;)

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