Céntrate. Escribe.

By Nuwanda



Desde que nos conocimos siempre supiste que me gustaba escribir, seguramente porque siempre lo he dicho, ya fuera para convencerme a mí mismo en los momentos chungos o como un factor sexualmente favorable en la batalla, lo que, por cierto, es una mala estrategia. Peor aún si al final ella logra leer algo escrito por un servidor.

Desde la primera vez que lo lograste, la primera vez que leíste algo mío supe que algunas cosas te gustaron mucho, no me resultaba difícil saber cuáles, y aunque mi inconsciente deseaba que te enamoraras locamente de mí tras el primer punto final, mi cerebrito me dijo que no debía ser, que hay algunas camas en las que no caben tres.



Sé que no siempre lo haces, sé que no siempre te gusta, sé, incluso, que a veces te disgusta. No es mi intención, o sí ¿qué más da? Escribiendo, es la imaginación la que pinta el límite y sé, por alguna razón inexplicable que lejos de acorralarme, tú me darías alas para llegar aún más lejos. Insisto, no me preguntes por qué lo sé.

No sabes lo bonito que es que te digan: "Me encanta leerte". No lo imaginas, más no lo hagas si no es verdad, no lo digas con falsedad, por favor, ten piedad. Nunca me quitaron los caramelos de la boca, me falta callo.

Me declaro culpable de haber escrito reiteradamente pensando en ti. Soy pues también culpable de haber escrito de ti, de tu cuerpo, de tu espíritu y de haber escrito condicionado por la probabilidad de que me leyeras. Nada de eso me importa pues ni las burlas de mis amigos ni el compadecer de mi madre suponen mayor condena para mí que no haber escrito nunca para ti y sólo para ti.

"Escribe igualmente y manda un correo", me dicen. Necios. Escribir para ti es otra cosa, no es escribir, es transcribir aquello que no sé o no puedo decir. No es algo que se manda por correo electrónico, no es algo que se mande por carta, es algo que se da en mano, en un sofá, en un taburete o en el campo, sin prisas, sin compañías, cerquita.

Querer y no poder, mal de muchos y consuelo de tontos y en su mundo, el de los tontos, yo soy el rey...

¿Qué cojones haces flagelándote por ella?
¿Qué leches te pasa Nuwanda?
¿A qué viene esto?
Céntrate.
Escribe.




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