Las chicas del "Me Gusta"

{Reconstrucción]



Como cada domingo, he comido en casa de mis padres. Y como cada domingo que como en casa de mis padres, me han sometido a un interrogatorio sobre mi vida sentimental. Vida que, por otro lado, he pasado, como quién dice, tirado en el sofá comiendo helado y viendo películas de un tiempo a esta parte.

Todo comenzó, como no podía ser de otra forma en mi casa, por un comentario muy poco inocente de mi hermano...

–Me ha dicho tu hermano que te gusta una chica.
–¿Y esa gilipollez? Tú, !eres un cabrón! Si te cuento algo no es para que tergiverses y provoques a mamá –digo señalando con el dedo mientras todos se ríen de mi.
–Él sabrá. Me ha dicho que hay una chica que se nota que te gusta...
–Pero a ver... ¿Qué coño te ha dicho? No sé en qué se basa...
–Dice que hace muchos "Me Gusta" en Facebook y que cuando quedáis miras mucho el móvil.
–Mamá, eso lo hace todo el mundo. Todo el mundo le da al "me Gusta" y todo el mundo está enganchado al móvil y yo soy de los que menos, reconozco que no es lo que más me gusta del mundo...
–Ya ya, me ha explicado lo de Facebook, pero dice que está siempre ahí, que pongas lo que pongas le da al "Me Gusta" ese... Que ya es casualidad que sea "Me Gusta" porque podría ser "mola" o "recomiendo" o como quiera que habléis los jóvenes ahora
–Pues sinceramente hay tres o cuatro chicas que hacen lo mismo habitualmente, es algo muy normal sin ningún significado. Además, yo procuro no escribir gilipolleces, suelo poner cosas chulas. Una canción, una foto chula, un artículo que he visto o un vídeo... No sé... Podría ser cualquiera de ellas.



Seguí intentando no responder explícitamente a su pregunta, seguí intentando no caer –aún– en la trampa que me había puesto delante pues si a mi madre le dices que te gusta una chica, desatas a la agente de la Gestapo que lleva dentro y de allí no hay quien se mueva hasta que termine el cuestionario y emita su veredicto, veredicto que nunca ha sido revocable, veredicto que suele no fallar...

Es buena.

10 minutos. Necesitó 10 minutos para convencerse de que me gustaba alguien aunque, según ella, ya sospechaba algo desde hacía días...

–El caso es que yo también te veo mucho más contento que hace unas semanas. No sé si será por el trabajo o por los amigos o por la chica de la que habla tu hermano pero te sienta fenomenal –dice en tono de apoyo y empatía, buscando que me ablande, que suelte prenda.
–Qué casualidad.... ¿no te parece?

En estas ocasiones de interrogatorio dominical utilizo la técnica de mezclar respuestas "en broma" con respuestas "en serio" para confundir al enemigo. Con ella nunca han hecho falta muchas palabras pues las pilla al vuelo y, la verdad, quiero que lo haga, quiero que sepa, que opine pero poder retractarme de lo dicho, aprovecharme de su confusión para que no dé por sentado que me gusta y que se quede dudando para que me siga preguntando siempre que tenga oportunidad. Me resulta divertido y creo que a ella también.

–Mamá, ya te he dicho que en Facebook todo el mundo le da al "Me Gusta" con mucha facilidad y que, si fuera como mi querido hermano dice, tendría cuatro novias y no hay nada que desee menos que cuatro novias. Ya sabes que, de querer, quiero una, solo una y que aunque decías que soy un "moderno", me enamoro exactamente igual que los demás y no, ahora no lo estoy –dije tajante esperando que el tema se quedara ahí pero, como siempre, subestimé a mi madre.
–Bueno pero yo no digo que estés enamorado, digo si te gusta, si te hace gracia, si saldrías con ella... No sé hijo, no soy tan moderna como tú pero entiendo las cosas.

Ya he dicho que es buena.

–Eso es otra cosa... Ahí no sabría qué decirte. Ahí prefiero quedarme callado.
–¡Ya! O sea, que te gusta... –afirma– Pero... ¿Te gusta mucho?
–Quizá esté empezando a tener su punto... Un puntazo de hecho –digo para picar.
–¿Cómo que tiene su punto hijo? Explícate que tu madre no es tonta pero tiene una edad...
–Pues que me hace gracia, me hace reír, es guapa, pero que muy guapa, no es un pija tonta... –digo para desatar a las masas y divertirnos un rato.
–Vamos que le da caña –dicen mis hermanos
–¿Qué significa eso?
– [Todos los presentes al unísono] ¡Pues que le vacila!, ¡que si él la vacila, ella responde! ¡Que le manda a tomar por el culo! y que si se pasa de la raya, se lleva un soplamocos –saltan mis hermanos ante la ignorancia de mi madre– Una mujer con carácter, de toda la vida vaya... Joder Mamá, eres más antigua...
–Vaaale, vaaale... Calmaos... Y... ¿Es de las que me gustan?
–Madre, ese concepto es complicado, nadie sabe lo que te gusta, es un misterio... Además, y te lo digo con cariño, debería darme igual si te gusta o no, con que me guste a mi...
–Ay sí, eso por supuesto hijo. Lo importante es que te haga feliz... –se hace un silencio tenebroso en la sala– Pues hay una que parece que lo consigue... –dice bajito y en tono puntiagudo, de los que pinchan.
–Mamá....
–Valeee... ¿Me gustaría entonces?
–Pues depende de la que estés hablando... 
–Con la que quedaste el sábado... –grita un hermano 
–Pues creo que sí aunque es muy distinta a todas las que has conocido hasta ahora.
–Será por eso que te gusta... –dice en bajito, así en frío...
–Que no he dicho eso... mira que eres... Papá di algo que me están machacando. Esto es un tercer grado –Papá calla por orden Mamá– y sí, si me gustara, sería precisamente por eso, porque eso es lo que necesito.
–Ya lo sé...
–Pero qué vas a saber Mamá... ¡No te inventes!
–Ayyy Hijo, las madres lo sabemos todo sobre nuestros hijos. Vamos muy por delante, siempre. Y sé que me gustaría aunque no sepa casi nada de ella porque tú no eres nada tonto para esas cosas...

Intento que sepa que su hijo está on fire, que su hijo no se ha quedado dormido pero sin que piense en nadie en concreto. Ella se hace muchas ilusiones y no quiero dárselas para quitárselas poco después. Quiero que se divierta el tiempo que estoy con ella y éstas cosas, los cotilleos de sus hijos, son las que más le gustan durante una sobremesa de domingo. 

El tema de conversación cambia por completo pero sé que ella no se ha olvidado. Volverá a atacar. No ha dicho la última palabra... Aunque tenga algunas ideas preconcebidas, necesita escucharme decir que me gusta una chica para satisfacer su curiosidad, curiosidad cebada por muchos meses sin hablar de mujer alguna en la vida de su hijo.

Llevaba deseando esta conversación mucho tiempo. Lo disfruta.

–¿Habéis quedado?
–No.
–¿Os escribís por las noches? –ésta se la ha pasado uno de mis hermanos cabrones
–A veces. ¿De verdad vas a seguir con el interrogatorio?
–Si estás deseando contármelo... Venga hijooo.. –dice con ese tono que solo nuestras madres consiguen, ese que nos hipnotiza y nos deja a su merced.
–Mamá me escribo con todas ellas aunque es verdad que por diferentes motivos. Vete tú a saber... No busco, espero.
–Entonces... Te gusta esa, la del sábado ¿o no?
–Digamos que ha llamado mi atención.. ¿Qué te parece mi respuesta?
Ya lo ha logrado. 
–Pues que estás pillado hasta las trancas.
–¡Pero qué dices Mamá! Ves, es que no se te puede contar nada. Te doy la mano y me coges el brazo. No Mamá, ahora muy en serio, ni estoy pillado ni enamorado, ni pollas en vinagre. Me lo paso bien con ella, tenemos cosas en común, no sé... También dependerá de ella ¿no?
–Ya sé que no eres facilón. Sea la que sea le va a costar pero esta chica te gusta y tú le gustas a ella. Y te veo contento hijo, y lo único que ha cambiado en este tiempo parece ser ella así que... ya me dirás.
–A ver Mamá, explícame cómo has llegado a esa conclusión de que yo le gusto. Hazlo por favor porque no imagino qué información te ha llevado a semejante conclusión.
–Pues te gusta porque te hace reír y tú le gustas porque haces que se ría y tú cuando quieres eres muy divertido. Eso nos encanta a todas desde siempre. Y encima lo del Facebook...
–¡Mamá! que no significa nada de nada
–Bueno, no tendría porqué hacerlo
–Cierto pero yo que sé, he puesto cosas que tiene alguna relación con ella, con alguna cosa que me enseña... Una canción, una idea, no sé...
–Ya... –sonríe ampliamente mientras se frota las manos.

Vuelve el silencio. Mis hermanos se ríen. Uno trae un iPad y muestra fotos de las chicas del "Me Gusta". Asegura que son todas muy guapas y me felicita. Mi padre confirma. "Eso no es lo importante" les digo –dedicado a @Postureo_– pero sí, lo son.

–Te veo lanzada. Si me gustara una, ¿cuál dirías que es?
–¿Puede ser? –pregunta girando la tableta.
–La verdad es que podría ser cualquiera de las cuatro pero, ¿porqué ella?
–No sé... Una me suena que es tu amiga y como no conozco al resto pues ha sido un poco de criterio libre. Me parece que es la que más te pega por las fotos que he visto.
–Vaya, me sorprendes...
–He acertado ¿verdad?
–Digamos que de gustarme una de ellas, sí sería ella.
–Pero, ¿de verdad no te gusta? Me parece una chica monísima, guapa, se la ve alegre... Me encanta...
–Como sueles decirme, todo se andará...


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