La Resurrección de un Titán - Mirko Filipovic (Parte II)


Reaparecería su mejor versión para disputar la que algunos califican como su mejor pelea. Remy Bonjasky, también luchador y posteriormente tricampeón de K1 -2003, 2004 y 2008- era algo más alto que su oponente aunque ciertamente menos robusto, empezó la pelea con golpes buenos aunque alocados. A Mirko eso no le va. Toma distancia y resiste las patadas. Empieza a tener el control y cada vez engancha golpes más certeros. Empieza con buenos puñetazos sueltos hasta que uno lo deja tonto y empieza el festival. No para, no se cansa, lo tiene contra las cuerdas y sabe que es suyo y tras varios ganchos y crochets, el árbitro lo detiene por KO. Espectacular.




A partir de 2003, Mirko quiere cosas nuevas. PRIDE es un valetodo salvo por los ojos, los cabezazos o los pateos en la cabeza en posición de ventaja y algunas normas comunes y de sentido común como no escapar del ring o la prohibición de golpes en los bajos aunque estoy seguro que algún purista me insultará por describirlo así. En esta modalidad logró sendas victorias y pudo haberse coronado campeón de haber no haber perdido contra los campeones Kevin Randelman -en 2004 y en cuya revancha Mirko lo puso fino- y el todopoderoso y laureado luchador Fedor Emilianenko.


El combate contra el ruso, disputado en Japón el 28 de agosto de 2005, fue tan duro como memorable. Es algo largo pues en el PRIDE las peleas son a tres asaltos de cinco minutos cada uno. Si les gusta la lucha, se trata del PRIDE Final Conflict 2005 y merece la pena verlo aunque mi apreciado croata perdiera.

Pressuring Cro Cop with strikes and mixing in some of his sambo, he notched a hard-earned unanimous decision victory. Fedor may not have been invincible, but he was certainly unflappable.



Su gran día. Año 2006, en concreto el 10 de septiembre de 2006. Tras haber ganado en las rondas anteriores a los asiático Minowa y Yoshida (combate), Crocop se enfrentó en el mismo día a Wanderlei Silva (combate) en la semifinal y al gigante americano Josh Barnett -al que ya había ganado alguna vez- en la final, ganando ambos combates y haciéndose con el ansiado título de Campeón Mundial en el Pride Final Conflict Absolute. Categoría que no había conseguido años antes ni en Pride ni en K1


En la entrevista posterior diría que era el día más feliz de su vida. Con razón pues había esperado ese momento durante mucho tiempo.


Tras estas victorias en Saltama, Japón, obtuvo un jugoso contrato en la UFC -la competencia de Pride en el sector de la organización de combates-.

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