Mía

By Nuwanda

Paseas por la calle destrozando cuellos, provocando tropiezos, generando expectación... Los hombres te miran como mirarían la aurora boreal, con la boca abierta y la mente en blanco. Nunca conseguirás que ni el quiosquero ni el portero dejen de decirte "guapa" cada vez que pases por delante porque eres lo más bonito que ven cada día. Yo te miro como el niño que mira un árbol fantaseando con volar. No sé cómo lo consigues, no sé si es lo que quieres, no sé si eso te hace feliz pero estás tan fuera de mi alcance que doy pena.

Tu batalla para minimizar tu belleza exterior es un puto fracaso, no te funcionarían ni los jerseys de cuello alto, y puede que alguien agradezca tu esfuerzo pero yo no te lo perdonaré nunca. Tu incapacidad para parecer una chica accesible te hace intimidante y deseable para los hombres y envidiable y "algo-malo-tendrá" para las mujeres. No importa si pantalón o falda, da igual si vestido o camiseta, siempre te quiero para mí, sólo para mí. Fuiste lo mejor del verano y ya eres lo mejor del otoño. 


No siempre has sido una "chica buena", tienes claro que la vida no es una fiesta continua y que el dinero no lo es todo. Llevas en la sangre ese feminismo sano y escaso que tanto echo de menos. Eres consciente de tu atractivo e intentas compensarlo con una discreción monacal, una lengua muy, muy, muy corta y un listón muy, muy, muy alto. Nunca juzgas por encima de tus posibilidades y has sido siempre justa con las sentencias. Sería fácil soltar las armas si te viera todos los días pero es duro pensar que, seguramente, nunca haya existido ninguna guerra que ganar.

Con suerte, hay primera oportunidad pero no segunda, nunca la hay. Morimos tras el primer impacto, como las abejas al clavar su aguijón y somos muchos en la colmena. Es la brevedad de mi existencia, tres cruces, unos segundos, dos palabras, nada. Una frase puede ser el principio de algo o el final de nada, no te extrañe que no hable mucho. No es nada fácil hacerte sonreír y aún no he oído tu risa, una mísera carcajada. Siempre intento ver más allá de tus palabras pero sólo me nublo más.

Hace tiempo escribí sobre las mujeres imposibles, creo que tendré que actualizarlo... A veces, fugazmente, en mis mejores mañanas, se me pasa por la cabeza la idea de que tengo alguna posibilidad, de que verías lo mismo que yo si imaginaras un nosotros, de que pese a todo sigues siendo una chica normal...

Maldito subconsciente y maldita tú. 

Debes pensar que soy raro, misógino, asesino en serie por las noches y distribuidor de porno duro los fines de semana...

Mi madre, que sabe casi todos los detalles porque eso le hace feliz, dice que sí, que no estás mal y eso es estar muy bien. Yo eso ya lo sabía. Sólo quiero que no llegue a decirme: "llevas con la misma cantinela casi un año" otra vez. Que tu madre te llame fracasado a la cara es un límite más que razonable, creo yo.

Me han llamado cobarde alguna vez y puede que lo sea. Una bala es mucha presión. Yo siempre respondo que no lo soy, que soy selectivo aunque siempre selecciono mal y claro, uno, después de muchos años, acaba descontando posibilidades... Si puedo decir algo fuera de lugar, es seguro que lo diré. Si puedo darte un codazo en la cara, darte por golpeada. Si es posible que te tire una copa por encima, reza para que no haga mucho frío.

No veo el momento y no veo el momento porque apenas hay tiempo para mí en ti...

Diga lo que diga y haga lo que haga, no podré subir más alto.

No me arriesgo porque en el fondo sigo creyendo que existe un pequeña posibilidad de que seas mía.


2 comentarios:

  1. Excepto por el lapsus, supongo, del "Un frase..." No entiendo como no tiene aún ningún comentario la entrada.

    Lo mejora la frase final, toda una sentencia.

    Chapeau!

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    1. Muchas gracias!! Estás en todo, gracias. Los comentarios siempre son un misterio ;)

      Besos

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