Tres por siete somos dos by Anónima


*Nueva entrega de mi amiga anónima.

Enseguida hará tres años que vivimos juntos, no te he comprado nada aún. ¿Tengo que comprarte algo? No había pensado hacer nada especial, como tú no has comentado nada, he pensado que no lo considerabas transcendental. Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo desde aquella tarde en la sierra en la que nos vimos por primera vez y tú pasaste de mí. 

Sin duda eres mi relación más larga, cuando viniste a vivir a mi casa, vi claro que teníamos un futuro juntos. En este tiempo hemos compartido mil y una experiencias, mil y una noches juntos, paseos a la luz de la luna, bajo la lluvia, sobre el asfalto incandescente de Madrid, incluso compartimos un bocadillo un día en un puti de la A2. Tú me apoyaste cuando veía cómo mi coche se iba en una grúa, las dos veces, aguantaste mis llantos cuando me caí de culo por las escaleras, incluso me acompañaste al taller y ocupaste mis manos cuando quise asesinar al mecánico que me preguntó si la luz que se me encendía en el salpicadero era el intermitente.


Has conseguido caerle bien a mi madre y hasta que cocine para ti, pero que sepas que mi padre sigue creyendo que eres un mantenido. Mi hermano, no sabe muy bien cómo tratarte, aunque a juzgar por cómo pasáis el uno del otro creo que no hay mayor problema, me sorprende que después de que un día le hicieras pis encima, no te guarde rencor. 

No sabes cómo te agradezco que no grites con él cuando veis el fútbol juntos, sabes que lo odio, que no me hables mientras desayuno, que no cambies de canal, que mantengas mis silencios, que no te rías de lo mal que cocino, que me despiertes cada mañana y te alegres cuando llego a casa, sea la hora que sea y llegue en el estado que llegue.

Ya he asumido que las chicas te miren por la calle, incluso algunas comenten sobre ti, es normal, a mí también me encantas y probablemente si no te conociera, también opinaría. Los que me quieren decían que no eras lo que necesitaba, que me cansaría rápidamente, que era un nivel de compromiso para el que no estaba preparada y tenían razón, no estaba preparada pero puede que esa sea la gracia. 

A mi perro,


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